El Gobierno Nacional disuelve el ENOHSA: ¿Eficiencia o abandono de los barrios más vulnerables?

El Gobierno Nacional, mediante el Decreto 1.020/2024, anunció la disolución del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENOHSA), justificando que buscan evitar la “duplicación de funciones” y mejorar la “eficiencia” en la administración de recursos hídricos. Sin embargo, esta decisión impactará directamente en proyectos esenciales para el bienestar de miles de familias en todo el país.

El ENOHSA, creado en 1995 para “planificar, ejecutar y administrar obras de infraestructura hídrica y sanitaria”, será desarticulado en 30 días. Según el documento firmado por el presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete Guillermo Francos, y el ministro de Economía Luis Caputo, esta medida forma parte de la estrategia de “ordenar y equilibrar las cuentas públicas”.

La resolución ha generado inquietud entre intendentes y gobernadores, quienes dependen de fondos nacionales para completar obras ya planificadas. En Río Gallegos, por ejemplo, el intendente Pablo Grasso expresó su preocupación por el futuro de una obra de cloacas que beneficiaría a 19 barrios y más de 40 mil personas. A pesar de que “los caños ya están adquiridos y la ingeniería de obra hecha”, falta la compra de estaciones de bombeo, que serían financiadas con recursos nacionales.

“La iremos haciendo con nuestros fondos”, declaró Grasso en un tono resignado. Sin embargo, la magnitud de la obra, que incluye más de 199 km de colectoras, 12 estaciones de bombeo y una planta de tratamiento primaria, parece difícil de concretar sin el apoyo del Estado nacional.

Mientras tanto, los vecinos de barrios como Los Álamos, Virgen del Valle y San Benito ven cómo la promesa de infraestructura sanitaria queda en pausa indefinida. La Rosca se pregunta: ¿cómo es posible que en un país donde los recibos de sueldo apenas alcanzan, las políticas de gobierno sigan relegando a los más pobres?

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