El Lag de la Vida: Cuando el Drama es Más Grande que el Problema

Buenas , ¿cómo están? Espero que no tan congelados como mi internet. Sí, hoy vengo a hablar de nuestro querido servicio de internet local. Ese que anda tan mal que si mandás un mensaje, tenés tiempo de hacerte un café, escribir una novela corta y aún no llega. Pero bueno, prefiero que me robe una cooperativa local antes que un sudafricano ultraderechista con delirio de grandeza y cohetes en el patio. ¡Patriotismo digital, gente!

El otro día fui a pagar el servicio. Porque sí, hay que pagarlo. No porque funcione, sino porque es lo que queda. Llego a la oficina, y la situación era un documental del caos organizado: tres personas atendiendo, quince esperando, y yo mirando una vitrina con baterías de teléfonos inalámbricos bajo llave. ¡Baterías bajo llave! Como si alguien estuviera planeando el robo del siglo. Imaginate a los ladrones: “Olvidate del banco, ¡vamos por las baterías AA recargables!”

Y ahí lo veo: un tipo, muy indignado, levantando la voz en el mostrador. No sé ustedes, pero yo tengo esa cosa que ves a alguien y decís: “Este me suena, pero no sé de dónde”. Me quedé mirando como si estuviera resolviendo un acertijo. Hasta que mi cerebro, después de luchar contra los efectos residuales de mi farmacología experimental, finalmente hizo clic: el tipo había estado internado hace poco por un intento de suicidio.

Y ahí estaba él, enojadísimo, pero no por algo profundo o trascendental. No, el tipo estaba furioso porque el streaming se tildaba. ¡Por el lag! Imaginate: estuvo al borde de terminar con todo, pero lo que realmente lo sacó de quicio fue que “Breaking Bad” se congelara en el mejor momento.

Ahí lo tenés, al tipo, amenazando con dar de baja el servicio como si fuera a derribar un imperio. Y, nobleza obliga, le aclaró: “No es contra vos”, al pobre empleado. Porque claro, hasta en la furia hay modales.

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Y ahí me puse a pensar. ¿Es para tanto? ¿De verdad el lag es un tema tan grave como para armar semejante escándalo? O sea, entiendo, el servicio es una mierda. Yo también sufro cuando mi película queda en pausa, justo cuando el asesino está por revelar quién mató al perro. Pero ¿ir hasta la oficina a gritarle a alguien que cobra el sueldo mínimo?

Después me enteré que terminó contratando Starlink. Y no lo culpo, seguramente funciona perfecto. Pero el punto es este: ¿por qué hacemos un drama de cosas tan pequeñas? Este tipo tenía problemas reales. Problemas graves. No los minimizo, sé cómo se llega al punto de intentar algo tan extremo, pero de alguna forma sobrevivió a eso y después decidió que el verdadero villano de su vida era el buffering ( ¿?).

Es que vivimos en una sociedad donde lo pequeño se convierte en gigante. Y los problemas reales… Bueno, los problemas reales son cosas como perder un hijo, tener una enfermedad terminal, no tener laburo a los 42 años o no tener cómo alimentar a tu familia. Esos son problemas.

Pero no, acá estamos, armándonos un drama épico porque el Wi-Fi anda lento. Y lo peor es que, mientras tanto, estamos arruinándole el día a personas que no tienen la culpa. Esa gente que atiende en mostradores y que ya tiene suficiente con aguantar clientes malhumorados todos los días.

Ahí me di cuenta de algo: la locura toca a tu puerta, es porque ya está sentada en tu sillón comiendo tus Rex y viendo tu serie tildada.

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Así que, por favor,no seas un idiota más de la vida. La próxima vez que el internet se tilda, no gritemos, no hagamos un escándalo. Hacete un mate, andá a caminar, pensá en las cosas importantes que tenes en tu vida. Y si eso no funciona, bueno, ya sabés, contratá Starlink.

Gracias por leerme, gente. Y recuerden: si el streaming se congela, no se congelen ustedes. Que el drama sea solo en las películas.